10 películas de superhéroes que fracasaron con el público
Acá no hablamos de gustos personales (bueno, un poco), ni lo que dijo
la crítica en su momento, sino de números puros y duros, o sea,
rotundos fracasos comerciales.
El género superheroico la está
juntando con pala creando universos extendidos a diestra y siniestra,
pero también han tenido sus tropiezos y, muchas veces, todos esos
millones invertidos no dan sus frutos. Más allá de la “calidad” de estas
películas, el público les dio la espalda, enviando a sus personajes al
limbo cinematográfico por muchos, muchos años.
Watchmen: Los Vigilantes (Watchmen, Zack Snyder, 2009)
Todos tienen algo que decir a favor y en contra de la adaptación
de la serie creada por Alan Moore y Dave Gibbons en 1986, una
exitosísima historia que permitió al cómic ser reconocido como un arte
por derecho propio, en lugar de un medio menor o alternativo. Zack
Snyder y su estilo visual nos transportan a un oscuro y distópico 1985
donde los enmascarados vigilantes que supieron defender al mundo fueron
llamados a retiro. Pero el asesinato de uno de estos veteranos pone en
marcha una serie de investigaciones, la reunión de estos héroes
remanentes y un diabólico complot que podría destruirlo todo. No se le
puede pedir más fidelidad estilística, aunque a muchos no les gusten
ciertos cambios en la historia original. Igual, Snyder se despacha con
un film no apto para todo público y tiene éxito hasta ahí nomás.
“Watchmen” arrancó con todo en la taquilla, pero pronto se desinfló y
apenas juntó unos escuetos 185 millones en todo el mundo.
Supergirl (Jeannot Szwarc, 1984)
Cuando el Omegahedron, una poderosa arma kryptoniana, va a parar
sin querer a la Tierra, Kara Zor-El (Helen Slater) decide hacerse un
viajecito a los pagos de su primo para tratar de recuperarla. La chica
adquiere los mismos superpoderes que su famoso pariente, pero igual se
las verá fulera cuando se cruce con Selena (Faye Dunaway), una mina
bastante chapita que realiza extraños rituales y quiere usar el aparato
para causar caos y destrucción entre los humanos. Sí, esta película es
un despropósito, pero se hizo querer entre el culto comiquero (¿?)
convirtiéndose, además, en la primera protagonizada por una
superheroína. Esta coproducción inglesa costó unos 35 millones y apenas
si recaudó la mitad en los Estados Unidos. Con el éxito de “Mujer
Maravilla” (2017) y la serie de The CW, Supergirl se merece una nueva
oportunidad en la pantalla grande, tal vez de la mano de Patty Jenkins.
Hulk (Ang Lee, 2003)
Dos películas que gustaron a medias y una serie exitosa, aunque
demasiado bizarra (“chota” no pareció muy fuerte), no le hicieron honor a
uno de los “superhéroes” más poderosos de todos los tiempos. ¿La
alternativa? Bruce Banner se convirtió en un personaje secundario (y
bastante indefinido) dentro del Universo Cinemático de Marvel, ahora sí,
interpretado por Mark Ruffalo. Pero acá valoramos la honestidad y
confesamos que la historia de Ang Lee tiene muchos puntos a favor y
logra captar la esencia del monstruo verdoso de temperamento
incontrolable en la piel de Eric Bana, y una estética comiquera que es
la envidia de Louis Leterrier. Eran épocas previas al MCU y Universal le
apostó más de 130 millones, una cifra que apenas logró recaudar en los
Estados Unidos, además de las críticas desparejas.
Superman Regresa (Superman Returns, Bryan Singer, 2006)
Elektra (Rob Bowman, 2005)
Tras recuperarse de sus heridas “casi mortales”, y no poder
sacarse de la cabeza la necesidad de vengar la muerte de sus viejos, la
joven guerrera ninja creada por Frank Miller se exilia y se convierte en
una asesina a sueldo. El problema es que se encariña con sus dos
últimos objetivos y ahora tendrá que defenderlos de un grupo de
homicidas sobrenaturales y un demonio que propaga enfermedades. Como si
esto no fuera suficiente, con música de Evanescence de fondo. No
contenta con molestar en “Daredevil” (2003), Jennifer Garner hace agua
con su propia película superheroica. Un personaje que no parece
encontrar su tono, ya que tampoco brilla en la pantalla de Netflix. Todo
un fracaso de taquilla que apenas recuperó la módica inversión de 43
millones de verdes.
Punisher: Zona de Guerra (Punisher: War Zone, Lexi Alexander, 2008)
Ante la imposibilidad de hacer una secuela del reboot que sufrió
el personaje en 2004, Marvel hace borrón y cuenta nueva, y vuelve a
relanzar las aventuras de Frank Castle, esta vez protagonizado por Ray
Stevenson. No es una maravilla, pero sí la mejor de la serie y la que
más se apega a las características del justiciero, tal cual lo conocemos
en las páginas del cómic. La directora Lexi Alexander (una de las pocas
mujeres en hacerse cargo del género) le imprime una atmósfera más
oscura y neo noir, y lo enfrenta con uno de sus adversarios más
recurrentes: Billy “el Hermoso” Russoti, también conocido como Puzzle
(Dominic West). Venimos a reivindicar esta pequeña obra comiquera que,
si bien no juntó ni un vuelto (apenas diez millones en todo el mundo,
con un presupuesto de 35), bien podría hacerle frente al Punisher de Jon
Bernthal en “Daredevil”. Lo dijimos.
Gatúbela (Catwoman, Pitof, 2004)
La tímida y sensible Patience Phillips (Halle Berry) descubre una
horrenda conspiración por parte de una compañía cosmética.
Lamentablemente perece al tratar de escapar, pero es devuelta a la vida
misteriosamente gracias a un gatito Mau, que suelen ser mensajeros de la
diosa egipcia Bastet. A partir de ahí empieza a desarrollar un montón
de características felinas y un gusto espantosos por la ropa de cuero y,
armada con sus nuevos poderes, sale por los tejados a portarse mal y a
cazar criminales. Nunca vamos a entender que quisieron hacer con este
personaje que nada tiene que ver con la Selina Kyle que tanto queremos.
Ni juntando todos los millones del mundo llegó a recuperar la inversión
de cien palos verdes, enviando a la villana de DC (y la carrera del
Berry) al panteón de los bodrios comiqueros.
Los 4 Fantásticos (Fantastic Four, Josh Trank, 2015)
Marvel/Fox hace borrón y cuenta nueva, y le da otra oportunidad a
esta familia comiquera de la mano del director Josh Trank, quien debutó
tras las cámaras con la superheroica (y genial) “Poder Sin Límites”
(Chronicle, 2012). Miles Teller (Reed Richards / Mr. Fantastic), Kate
Mara (Sue Storm / Mujer Invisible), Michael B. Jordan / Antorcha Humana y
Jamie Bell (Ben Grimm / La Mole) son un grupo de jovencitos marginados
que, tras ser teletransportados a un peligrosísimo universo paralelo,
quedan alterados físicamente. Ahora deben aprender a manejar sus nuevas
“habilidades” adquiridas y trabajar en equipo para salvar a la Tierra
del villano Victor Domashev (Toby Kebbell). La película ya venía mal
parida desde sus comienzos y cuando llegó su estrenó salieron a la luz
todos los trapitos sucios tras bambalinas. También las inconsistencias
de una historia sin patas ni cabeza, que no le gustó ni a la crítica ni
el público, convirtiéndose en uno de los fracasos taquilleros más
rotundos del 2015. No, no da ni para chistes.
Linterna Verde (Green Lantern, Martin Campbell, 2011)
Superman IV: En Busca de la Paz (Superman IV: The Quest for Peace, Sidney J. Furie, 1987)
Si el pobre Kal-El (Christopher Reeve) ya venía de capa caída
después de la tercera entrega del kryptoniano, con esta lo terminaron de
embarrar. En su cruzada por la paz, Superman libera al mundo de las
armas nucleares y las envía derechito al sol. Lo que no sabe es que
entre tanta bomba, el malvado Lex Luthor (Gene Hackman) metió de
contrabando un menjunje genético que, cuando todo explota, se convierte
en el Hombre Nuclear, un rubio musculoso y radioactivo que opera bajo
sus órdenes. Esto no quita que nuestro héroe lleve a cabo un montón de
proezas, pero los créditos finales son tan bienvenidos como el alivio
después de la resaca. La taquilla norteamericana no llegó a recuperar
sus escuetos 17 millones de presupuesto y puso fin a la exitosa
franquicia que tan bien había disparado Richard Donner.
0 Comentarios